Cooperación como clave para la resiliencia

Lynn Margulis desafía la teoría tradicional de Darwin sobre la evolución basada en la competencia, argumentando que la cooperación entre organismos es un motor esencial de la evolución.

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Según la teoría de Margulis, el verdadero impulso de la vida está en la capacidad de las especies de colaborar y establecer relaciones simbióticas.

Si la simbiosis genera diversidad y resiliencia, ¿qué hace el egoísmo en un ecosistema empresarial?

Lynn Margulis, uno de los biologues más destacados del siglo XX, desafió la visión dominante de la evolución como un proceso basado principalmente en la competencia entre las especies. En su libro Adquiriendo Genomes (2002), Margulis argumenta que la cooperación es de hecho el aspecto fundamental de la evolución. Esta visión tiene profundas implicaciones no sólo para la biología, sino también para la forma en que entendemos y organizamos nuestras sociedades y empresas. En un momento en que el capitalismo y la competencia parecen ser la fuerza impulsora de la evolución social y económica, las ideas de Margulis sobre simbiosis, intercambio y colaboración pueden ofrecer una nueva forma de entender nuestro futuro.

Cooperación como motor evolutivo

Margulis desafió la idea dominante de la competencia de Darwin como motor de la evolución. Según su teoría, el verdadero impulso de la vida está en la capacidad de las especies de colaborar y establecer relaciones simbióticas. Al tratar la complejidad de nuestro mundo actual, las organizaciones pueden aprender de abejas, por ejemplo, que no sólo trabajan para la supervivencia individual, sino para la de la colmena juntas. Mediante la cooperación, el sistema funciona de manera eficiente y estable.

Para las cooperativas y las empresas, esto significa reorientar sus prácticas hacia modelos de colaboración más que competitivos, buscando beneficio mutuo e intercambio entre todos los actores involucrados en el ecosistema empresarial.

Simbiosis para la Complejidad y Resiliencia

Margulis explicó que la simplicidad inicial de la vida dio paso a formas más complejas a través de la simbiosis, una fusión de dos entidades para crear una nueva forma de vida. Este proceso no sólo dio lugar a la diversidad de vida que vemos hoy, sino también en gran eficiencia y adaptabilidad.

Las empresas pueden inspirarse en este proceso y adoptar una visión más integrada de sus procesos. Como abejas trabajando juntas para producir miel, organizaciones que fusionan, colaboran y crean sinergias pueden hacer frente a la volatilidad del mercado de una manera más resiliente. También pueden generar más valor con menos recursos, aprovechando la simplicidad y el equilibrio inherentes a estos procesos naturales.

El proceso de evolución no se reduce a la competencia

Según Margulis, los organismos no son simples "vehículos pasivos" para los genes y el medio ambiente, como lo expresó Darwin, sino que son autónomos y capaces de construir su propio destino. Su teoría de la evolución habla de cómo la vida se transforma a través de interacciones colaborativas y no sólo de la lucha por la supervivencia.

Este principio se puede aplicar en la forma en que se desarrollan las empresas y las cooperativas. En lugar de competir ciegamente por recursos o mercados, las organizaciones pueden fomentar un modelo de "co-creación", donde la evolución se basa en la interacción y el crecimiento conjunto, una colaboración entre sectores, empresas e incluso competidores para crear soluciones más robustas y sostenibles.

El ecosistema como sistema interconectado

Otro aspecto importante de la teoría de Margulis es su visión de la Tierra como un ecosistema integrado y autorregulador. A través del concepto de Gaia, sostuvo que el planeta es un organismo vivo y que sus partes permanecen en equilibrio mediante la cooperación.

Las cooperativas y empresas que reconocen su interconexión con el entorno natural y social, como las abejas en una colmena, pueden crear modelos de negocio que favorezcan el bien común. This approach not only encourages efficiency, but also the sustainability and well-being of all parties involved. A medida que la Tierra se autoregula mediante procesos de cooperación entre especies, las organizaciones pueden tratar de crear un impacto positivo que fortalezca a toda la comunidad.

Cambio como oportunidad de crecimiento

Margulis también señaló que la evolución es un proceso continuo de cambio, no un estancamiento en la competencia. Cuando las abejas se ven en una situación de hacinamiento dentro de la colmena, no esperan que la situación se resuelva sola; actúan inmediatamente para dividir y crear una nueva colmena. Esta capacidad de adaptarse a las condiciones cambiantes es uno de los grandes factores de su supervivencia.

Las empresas que pueden responder al cambio no como una amenaza, sino como una oportunidad para crecer y mejorar, son más propensos a ser resilientes. A medida que las abejas se adaptan al espacio y a los recursos disponibles, las organizaciones pueden evolucionar y transformarse, no sólo para superar los obstáculos, sino también para aprovechar los cambios para construir un futuro más estable y sostenible.

Este potencial latente escondido en el sitio se revela cuando miramos más allá de las soluciones externas y buscamos patrones naturales y sociales que han permitido la supervivencia y evolución de las comunidades. La capacidad de una comunidad para regenerar está estrechamente relacionada con el conocimiento profundo del sitio, ya que esta cuenta nos permite identificar las condiciones, alianzas y recursos naturales y sociales que se han construido con el tiempo y han permitido el equilibrio dentro del ecosistema.

Crisis como momentos de oportunidad

Un aspecto fundamental de la biorregionalización es la capacidad de ver las crisis como momentos de evolución. Las crisis no sólo deben verse como momentos de fragilidad, sino como puntos de estrés que, cuando se entienden correctamente, pueden convertirse en catalizadores para el cambio. Esto se hace a través de la inteligencia colectiva local, que es capaz de observar crisis desde múltiples perspectivas y generar soluciones más profundas e integrales. La biorregionalización nos enseña a identificar estos puntos de estrés, ya sean económicos, sociales o ecológicos, y a aprovecharlos para transformarlos en oportunidades de regeneración.

Las prácticas observadas en el biorregionalismo contemporáneo muestran que, cuando se realizan localmente con una profunda comprensión de la dinámica territorial, los desafíos globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad o las crisis económicas pueden abordarse de manera adaptativa e integrada, abriendo la puerta a soluciones innovadoras y profundamente arraigadas en el sitio.

Diseño de soluciones adaptativas y colaborativas

Los procesos locales de creación conjunta son esenciales en este enfoque. En lugar de imponer soluciones externas, trabaja desde las necesidades específicas del territorio para crear estrategias transversales e integradoras. Se fomenta la creación de laboratorios terrestres, espacios de colaboración activos entre diversos agentes, creatividad e innovación en el diseño de soluciones regenerativas. Este trabajo no sólo permite adaptar los cambios, sino que también aprovecha los recursos sociales, económicos y naturales para construir soluciones regenerativas y adaptables.

Estos espacios de co-creación no sólo generan soluciones para la crisis inmediata, sino que también ayudan a las comunidades a visualizar posibles futuros y prepararlos para que las soluciones sean duraderas. Este proceso dinámico de diseño y adaptación crea territorios capaces de evolucionar con el tiempo y tienen la capacidad de regenerarse a través de la dinámica natural y social que los define.

Conclusión

"la simbiosis no es una excepción, sino una regla de la naturaleza". Lynn Margulis

Lynn Margulis nos enseñó que la competencia no es la única fuerza que impulsa la evolución; la cooperación es, de hecho, una clave fundamental para la supervivencia y el éxito a largo plazo. Al aplicar estos principios a las organizaciones humanas, podemos crear espacios de trabajo más resistentes, donde la colaboración y la simbiosis entre empresas, sectores y naturaleza generan impactos significativos y duraderos. La cooperación no sólo nos permite sobrevivir, sino también prosperar, y así es como las organizaciones deben adoptar para avanzar hacia un futuro sostenible.

Comprender el relato del sitio, es decir, la profunda historia y dinámica del territorio, nos permite identificar un futuro posible. La observación de las interrelaciones entre elementos naturales y sociales nos lleva a estrategias más adaptables y regenerativas, ayudando a enfrentar desafíos como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

La crisis no se ve como fragilidades, sino como oportunidades de transformación. La cuenta del sitio identifica puntos de tensión y equilibrio que permiten crear soluciones profundas y adaptables. Como propuso el Grupo Regenesis, estas soluciones son proactivas, dirigidas a regenerar activamente el territorio.

Además, este proceso fomenta el cambio cultural en las comunidades, creando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. Las comunidades se convierten en agentes activos de regeneración, preparándose para enfrentar cambios futuros con estrategias a largo plazo.

Esta aplicación de la biorregionalización aumenta la resiliencia territorial, permitiendo al territorio regenerarse a través de su propia dinámica. Cuanto más entendemos las interrelaciones del sitio, más capacidad tenemos para enfrentar desafíos globales y locales, creando soluciones a largo plazo y ayudando a las comunidades a prosperar.

En resumen, la biorregionalización es un proceso de identificación de patrones activos y regeneración, que nos permite aprovechar el potencial inherente de los sitios. Esto no sólo ayuda a enfrentar desafíos inmediatos, sino que también abre el camino a un futuro más adaptable y resiliente. La crisis se convierte en oportunidades para la evolución y la prosperidad.