Energy
Impulsamos y acompañamos comunidades energéticas en su organización social y jurídica para adaptarse y evolucionar según las necesidades de las personas y su contexto, convirtiéndose en el modelo dominante de consumo y producción de energía.
Si el futuro de la energía depende de nosotros, ¿qué nos hace más resilientes: las tecnologías que creamos o la conciencia del poder que tenemos para transformar nuestro entorno?
En Resilience.Earth creemos que la soberanía energética implica una transición ecológica y democrática profunda, que va más allá de la tecnología e incluye la capacidad de las comunidades para gestionar su propia energía tal como lo hacen los ecosistemas naturales. Acompañamos cooperativas y comunidades energéticas en el diseño de modelos descentralizados que combinan la producción local de energía renovable con la gobernanza colectiva. Así, se minimiza la dependencia de los monopolios energéticos y se reducen los impactos ambientales, adaptando los sistemas a las necesidades concretas de cada territorio.
Las comunidades energéticas son mucho más que herramientas para generar energía; son espacios de soberanía y cohesión. Mediante metodologías participativas, ayudamos a crear infraestructuras energéticas locales gestionadas de manera justa y colectiva. Este enfoque integrado abarca desde el diagnóstico energético hasta la implementación de proyectos regenerativos, que no solo reducen costos y emisiones, sino que también fortalecen las redes sociales y promueven la justicia energética, construyendo un sistema energético más inclusivo y resiliente.
Sin embargo, nuestra velocidad de innovación tecnológica en los ámbitos de automatización y digitalización ha dejado de lado otras formas de “tecnología” esenciales: nuestras prácticas culturales, sociales y de gobernanza. Estas también han sido desarrolladas durante milenios y están profundamente adaptadas al territorio. En un mundo dominado por la búsqueda de nuevas tecnologías, es esencial reconectar con nuestras “tecnologías culturales”, ya que estas garantizan la eficacia de las tecnologías de automatización y digitales para la transformación social. Así, la transición energética no solo depende de la innovación técnica, sino también de nuestra capacidad de innovar en las prácticas culturales que organizan la sociedad y nuestra relación con el territorio.
“Cuando las vecinas de Montolivet decidimos organizarnos para crear la primera Comunidad Energética Ciudadana en la Garrotxa, el acompañamiento de la Cooperativa Resilience.Earth fue clave para darnos confianza, ayudarnos a organizarnos, conocer mejor cada paso que debíamos dar para constituirnos y todo ello con la ilusión de hacer posible un sueño. ”
- Elena Capdevila, promotora de la Comunidad de Energía Cituadana de Montolivet en la Garrotxa.





