Tipología

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Autorización

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Año de creación

2024

Scopes

Resiliencia social

Las comunidades humanas han evolucionado como parte integral de los ecosistemas naturales a lo largo de la historia y son inseparables de este proceso de cambio constante.

El proceso evolutivo de las comunidades humanas se basa en nuestra capacidad de sostener comportamientos culturales y económicos que responden a sus propias necesidades. Cuanto más necesidades podamos cubrir, más complejo es nuestro comportamiento. Por ejemplo, si nuestra comunidad no tiene la capacidad de alimentarse debido a algún tipo de opresión, violencia o desastre, su comportamiento se centrará en cubrir esta necesidad primaria, y por lo tanto otros procesos más complejos como la justicia, la democracia o la igualdad permanecerán en el segundo mandato. Si, por el contrario, nuestras comunidades gozan de suficiente abundancia y privilegios —no entendido como la acumulación de bienes materiales, sino como relaciones armónicas en la comunidad y el sistema natural— entonces pueden desarrollar sutilezas culturales, que nos permiten prosperar, como la equidad, la empatía, la escucha o el altruismo.

Esta interpretación de la evolución cultural humana deriva de cosmovisiones indígenas (Nación Siksika), que expresan que las sociedades occidentales tienen comportamiento cultural violento e individualista como resultado de los diferentes traumas sufridos en los últimos siglos.

Cada una de las guerras y colonizaciones realizadas han marcado, traumatizado, culturas occidentales, lejos de las sutilezas culturales que permiten apreciar la diversidad, reconciliar el dolor o sentir una parte de la naturaleza.

Por esta razón, si queremos lograr que nuestras comunidades sean respetuosos, es importante trabajar desde la curación, ir al trauma comunitario y evolucionar procesos que nos devuelven la capacidad de apreciar la diversidad de la empatía, y asumir un papel al servicio de la comunidad y del territorio.

Nuestra fisiología, la estructura de nuestro cerebro y también comportamientos culturales y costumbres se derivan de esta coevolución.

Uno de los últimos acontecimientos es la capacidad de abstracción, la racionalidad objetiva y fría que nos permite generar innovación tecnológica, que tiene un potencial que todavía estamos descubriendo. En este proceso estamos aprendiendo, a través de las alteraciones que estamos causando, el potencial y la capacidad de generar impacto en las comunidades y los ecosistemas naturales. En algunos casos son impactos positivos que nos inspiran y nos hacen orgullosos de ser humanos, como el rendimiento de Nelson Mandela en Sudáfrica, Mahatma Gandhi en India, o Berta Cáceres en Honduras, entre otros. En otros casos, los impactos negativos nos avergüenzan como especie, como guerras, desigualdad social o límites a los que llega el capitalismo o la globalización.